En 1908, la Corporación Chisso se estableció entre el río y la bahía de Minamata, en Japón. Lo que inició como una oportunidad de mayor trabajo para los pobladores, terminó convirtiéndose en una verdadera tragedia.
Durante sus primeros años Chisso fabricaba productos químicos, principalmente fertilizantes, y vertía los desechos contaminantes en la bahía. Esto ocasionó la aparición de peces muertos, pero la empresa decidió pagarles a los pescadores antes de invertir en el tratamiento de los residuos.
En 1932 la empresa pasó a refinar metales y a fabricar plásticos, para tratar estos últimos utilizaron mercurio, el cual acababa en el mar en forma de metilmercurio. Si bien el agua presentaba niveles altos de mercurio, los peces presentaban unos aún mayores, aumentando la carga nociva de mercurio en quienes los consumían.
En 1956 se detectó un brote de envenenamiento por mercurio en Minamata, afectando masivamente a sus pobladores. La enfermedad de Minamata, como se conoció inicialmente, presentaba síntomas como descoordinación motora, alteraciones sensoriales, daños neurológicos, parálisis e incluso muerte; en muchos casos las madres no presentaban síntomas, pero sus nuevos hijos sí, a pesar de no haber ingerido directamente los alimentos contaminados.
Ese año también se presentaron informes médicos que vinculaban la extraña enfermedad a los desechos vertidos, sin embargo fueron silenciados. Se calcula que entre 1932 y 1968 se vertieron en la bahía de Minamata alrededor de 81 toneladas de mercurio, pero fue hasta 1996 que las víctimas fueron indemnizadas.
A lo largo de los años se han presentado diversos casos de envenenamiento por mercurio a nivel mundial, por lo que en 2013 se suscribe el “Convenio de Minamata sobre el Mercurio”, que busca proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos adversos del mercurio.
En Perú existen casos registrados vinculados a la minería (tanto legal como ilegal), por lo que esperamos que los compromisos que asumimos al firmar el convenio sean respetados en su totalidad.
Lima, 28 de agosto 2017.
Apeco.